Se llamó Anaís Nin, sus grandes ojos negros son parte de la noche en esta parte de la ciudad. Nos cruzamos con Anaís Nin en algún punto extraviado del tedio, y ella nos pide que esta sea la noche de los reencuentros. Que estas palabras que avanzan en la pàgina y que la voz se lleva vuelen en torno suyo, para celebrar su belleza, su sentido del placer.La historia de esta noche en la Calle 52, es la historia de una mujer que buscó las razones del cuerpo y del alma a través del goce. Para eso estamos en esta grieta de la noche, buscando fulgores detrás de las letras y de la música, para contar la historia de una mujer entre todas las mujeres. Pueden bajar los cuatro links del programa aquí:
Anaís nació el 21 de febrero de 1903, nació para ser la amante de los hombres y las mujeres de su época. Para amar y recorrer cuerpos y ciudades, los mismo amo a París, que a Fez y la Habana, a Nueva York y Barcelona; lo mismo recorrió a Henry Miller que a Antonin Artaud o a June Smith.Anaís es recordada por sus novelas, como La Casa del Incesto, sus poemas o los relatos eròticos que escribió junto a su amante Henry Miller, pero la verdadera obra de Anaís son las pàginas de ese diario que comenzó de niña, y que se inició como una carta dirigida a su padre cuando Joaquín Nin abandonó el hogar. Un ruego infantil para reconquistar a al padre que la había abandonado. Desde ese día de 1916, Anaís no contuvo la pulsión de su escritura hasta la hora de su muerte, en 1977.
La historia de esta noche en la Calle 52 es la historia del Diario de Anaís Nin, ese diario donde podemos leer que una mujer de 30 años, se reencuentra con su padre y decide amarlo no sólo espiritual, sino también físicamente. Anaís escribe el 2 de Julio de 1933:
Habría querido terminar mi diario sin la confesión de un amor prohibido. Por lo menos, quería que mi amor incestuoso quedara sin escribir. Había prometido a mi Padre el más absoluto secreto. Pero una noche, aquí en el hotel, cuando me di cuenta de que no había nadie para hablarle de mi Padre, me sentí ahogada. Y empecé a escribir otra vez. Era inevitable. No podía eliminar mi diario cuando alcanzaba el clímax de mi vida, en el preciso momento en que más lo necesitaba para conservar mi sinceridad, por grande que fuera mi pecado.

Sobre el final del bloque 3, y durante todo el bloque 4 disfrutamos de la visita de Sebastián Kusselman (guitarra), Julio Cormio (guitarra), y Marcelo De Souza (trompeta). Se presentaron en vivo también en el estudio de Nihuil, la misma noche de Novo Jeito. Una noche inolvidable para nosotros que queremos compartir con los oyentes del mundo en este blog.




En el primer bloque, cuando aún los músicos estaban armando sonido, nos distrajimos con audios de un programa antiguo sobre la soledad, una joyita del pasado que está bien terminada y que queríamos reeditar.

