No soy yo quien puede opinar sobre su pintura, pero puedo decirles que si toda obra de arte debe meternos en su mundo interno, en su relojería, en su gramática, Xul lo logra; después vendrán los entendidos con sus figuritas, sus instruemntos de medición y sus dibujillos, pero aquí está la obra de Xul, desde hace décadas y décadas, conservando el mismo perfume de caza exótica.
Nuestra intención es hacer un programa especial el martes 27 de noviembre sobre el universo de Xul Solar, claro que con la voz de su amigote Borges incluida…, pero no podrá ser, al menos el 27; es que la radio tiene el cometido de transmitir dos encuentros de fútbol del Nacional B. Para los amigos que no estén en la Argentina, deben comprender que hablar de Nacional B es lo mismo que decir partidos de segunda categoría, pero aquí preferimos decir Nacional B a Campeonato de Segunda, tal vez porque esta última expresión nos despabila y nos hace ver la descolorida realidad.
Hombre versado en todas las disciplinas, curioso de todos los arcanos, padre de escrituras, de lenguajes, de utopías, de mitologías, huésped de infiernos y de cielos, autor panajedrecista y astrólogo perfecto en la indulgente ironía y en la nerosa amistad, Xul Solar es uno de los acontecimientos más singulares de nuestra época. Hay mentes que profesan la probidad, otras, la indiscriminada abundancia; la invención caudalosa
de Xul Solar no excluye el honesto rigor. Sus pinturas son documentos del mundo ultraterreno, del mundo metafísico en que los dioses toman las formas de la imaginación que los sueña.
La apasionada arquitectura, los colores felices, los muchos pormenores circunstanciales, los laberintos, los homúnculos y los ángeles inolvidablemente definen este arte delicado y monumnetal. El gusto de nuestro tiempo vacila entre el mero agrado lineal, la transcripción emotiva y el realismo con brocha gorda; Xul Solar renueva, a su modo ambicioso que quiere ser modesto, la mística pintura de los que no ven con los ojos físicos en el ambito sagrado de Blake, de Swedenborg, de yoguis y de bardos.
Jorge Luis Borges
Buenos Aires – 1949
* Prólogo del catálogo de la exposición
Galería Samos.
Claro que tendremos un programa especial aquí colgado para ustedes, ya les anunciaremos el contenido.
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