miércoles, 15 de octubre de 2008

HERMENEGILDO SÁBAT Y CHARLIE PARKER, JUNTOS EN LA CALLE 52

Queridos amigos, cuando decidimos visitar nuevamente la obra y la vida de Charlie Parker quisimos estar acompañados de uno de los más sensibles oyentes de jazz: Hermenegildo Sábat, querido artista de la palabra, el lápiz y el pincel que, cada vez que lo llamamos, atiende gentilmente a nuestras invitaciones.

Esta vez la entrevista fue muy sabrosa, no sólo porque Menchi Sábat nos habló de uno de sus últimos libros “El pájaro murió de risa”, justamente dedicado a Charlie Parker, sino que eligió nuestro humilde programa para hablar por primera vez de aquel desgraciado incidente en el que recibió ataques de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, allá en medio de la llamada “crisis del campo”. La fecha de emisión de la entrevista es 14 de octubre de 2008.

Recordarán aquello, la presidenta habló para 50 mil personas en Plaza de Mayo, y fue ese el auditorio que eligió para mandarle a decir a Sábat algunas cosas que mejor no recordar porque nos ponemos colorados.

Bueno, pues en el bloque 2 http://www.mediafire.com/?t9qvczl2swd están las primeras palabras de Hermenegildo acerca de aquel feo incidente, sobre el que Menchi guardó un inteligente silencio, hasta ayer, cuando sobre el final de la charla nos contó algunas cosas de aquello.

El resto del programa estuvo dedicado a relatar algunas cosas en la vida de Parker, y también su muerte, terrible, prematura, desesperadamente buscada.

Pueden bajar aquí los cuatro bloques del programa, con la entrevista incluida. Les ruego que citen la fuente – Miguel García Urbani, Radio Nihuil de Mendoza – si quieren los colegas utilizar el audio o volcarlo al papel.


Bloque 1 http://www.mediafire.com/?m9genyymzw1

Bloque 2 ENTREVISTA SABAT
http://www.mediafire.com/?t9qvczl2swd

Bloque 3
http://www.mediafire.com/?mk9jfendmdj

Bloque 4
http://www.mediafire.com/?cdnnzwdwx2c



EL HOMBRE QUE ESCUCHA BE BOP

Texto de Miguel García Urbani

El hombre que escucha bebop es un espejo roto en la bolsa de basura, un reflejo, un rearmador, es la parte de adentro del yunque: aprieta, llora porque sí, ríe de a pedazos; es el que abre la bolsa, el que se corta, el que sangra.

El hombre que escucha bebop conoce el entredicho y lo promueve, es el que encuentra melodías en la lluvia cuando golpea el techo de chapas, es el que llueve, el que calienta y se evapora.

El hombre que escucha bebop se ilumina de gusto a las 2.23 de la mañana: caduca, renace, conduce, es el desafío sin rival: tiene dos guantes de box, un disco de Charlie Parker, bolitas japonesas en un frasco, un libro de Cesar Vallejo y cuatro pesos con treinta en los bolsillos.

El hombre que escucha bebop tuvo el sopor, el invierno, el café al coñac. Se parece al perro que trama venganzas en el fondo del taller: es la cadena, el charco de gasoil, la soledad inflamable, los feriados.

El hombre que escucha bebop sabe que es el jazz si no se lo preguntan, ignora los tratados, los postulados y jamás oyó hablar de los caballeros templarios.

El hombre que escucha bebop leyó a Joyce, y lo ha olvidado; tuvo una maestra lesbiana en tercer grado, como todos: mató el sapo, se emborrachó con ocho hermanos y nunca aprendió las ecuaciones.

El hombre que escucha bebop incendia las fotos familiares para honrar el presente del fuego. Respira la flama, dibuja en el humo, sopla las cenizas.

El hombre que escucha bebop es el flujo y reflujo de los bronces: trompeta, martillo, saxofón, vaina, daga dorada. Es una nube de alcohólicos alientos volando bajo en la calle 52.

El hombre que escucha bebop es un rinoceronte en la terraza, una pestaña falsa flotando en desayuno, es un libro sin tapas, una foto de Marlene Dietrich, es Lamborghini del otro lado del teléfono.

El hombre que escucha bebop es las doce de la noche y la voz de una mujer, es un contrabajo con pasos de gigante mojado.

Mandar mensajes a miguelgarciaurbani@gmail.com

1 comentario:

Esther dijo...

Genial Sabat, conocí sus ilustraciones a través de la revista Cuadernos de Jazz. Magnífico programa. Un acierto.

Abrazos.

Esther.